El alcalde Eduardo Rivera y el gobernador Miguel Barbosa aprovecharon el Primer Informe de Gobierno, para dejar en claro que no hay diferencias entre ellos, ni siquiera una relación ríspida, todo lo contrario. Hablaron sobre su “amistad misteriosa” y el mandatario poblano aprovechó para aclarar que es de años atrás, cuando compartieron curul en San Lázaro.
Uno y otro se hicieron chistes y halagos. Lalo Rivera recordó una plática que tuvieron sobre el tema del agua: “Me dijo que era mi tema, le dije que no, que era su tema, y al final con dialogo, llegamos a un acuerdo”, manifestó el edil y para sorpresa de todos los presentes, las palabras fueron del agrado del gobernador.
El gobernador estaba feliz, ni siquiera en sus ruedas de prensa por las mañanas luce tan alegre como lo hizo en el informe de su amigo Lalo Rivera. No es para más, una amistad de 20 años quedó confirmada y consolidada en el evento de protocolo que se llevó a cabo en el Centro de Convenciones.
“Hoy me toca hablar bien de Eduardo y pues ni modo, lo tengo que hacer”, expresó Barbosa arrancando las carcajadas de todos los asistentes. Pero también aprovechó para decir que él es el gobernador, que a él le corresponde la seguridad, que él es el jefe político del estado y trabaja de manera coordinada con los ayuntamientos.
También aprovechó el momento para dejar en claro que él no es como el exgobernador Rafael Moreno Valle, pues el alcalde está gobernando con total libertad y sin persecuciones. A diferencia de su primer periodo como presidente municipal por allá de 2011, cuando Moreno Valle le declaró la guerra.
Del mismo modo, Barbosa dijo que no persigue ni intimida a ningún presidente municipal. Que no suele levantar el teléfono para molestarlos: “Nunca levanto el teléfono de Lalo para llamarle y decirle lo que tiene que hacer”, manifestó Barbosa.
Y finalmente, concluyó su participación con un tradicional “Los saludo a todos”, después estrechó la mano de Lalo Rivera y afianzaron esa amistad misteriosa de 20 años.